Seguidores

domingo, 20 de febrero de 2011

Solo para que lo sepas...

La quise desde siempre pero ella nunca lo supo. Los años fueron pasando y yo seguí muy de cerca su vida, sus noviazgos, su casamiento. Estuve a su lado cuando nacieron sus hijos y hasta fui el padrino de uno de ellos.

Su rostro se iluminaba cuando me veía, su sonrisa me turbaba. Yo la amaba, pero ella no lo sabia, era mi amor imposible. Nunca me casé, quería vivir para ella. Jamás me atreví a insinuarle nada acerca de mis sentimientos y... Un día ella enfermó... Todo pasó muy rápido, sabíamos que moriría pronto. Fui a verla, me quedaba largos ratos a su lado, y ya no había alegría en su rostro pálido.

En un momento sentí que su mano se apretaba fuertemente a la mía, abrió sus ojos, tristes, llorosos.

Sus labios susurraron las palabras que siempre esperé pero jamás creí llegar a escuchar. Muy suave, lentamente, me dijo: ''Mi amor, gracias por todo lo que me diste. Te diré un secreto, te quiero, te amé como a nadie en este mundo pero nunca me atreví a contártelo, tuve miedo... De que no me amaras.''




Amber :)

4 comentarios:

  1. que texto tan triste.. pero que bonito a la vez!:)

    ResponderEliminar
  2. Bonito texto. Gracias por pasarte, un beso enorme :)

    ResponderEliminar
  3. Hola,bellísimas letras desnudan este precioso blog, si te va la palabra elegida, la poesía, te invito al mio,será un placer,es,
    http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
    gracias, buen día, besos anómalos...

    ResponderEliminar